sábado, 15 de septiembre de 2007

PARAISOS TERRENALES




En la isla Mocha, ubicada frente a la ciudad de Tirua, el tiempo se detuvo, sus gigantescos arboles en su mayoría peumos, avellanos, raulìes,boldos, dan una impresión de estar en un lugar màgino,lejano de contaminaciòn, el cerro que está en forma de cordón cordillerano tiene un denso manto verde, la temperatura dentro de este bosque es mediana, durante casi todo el año, la humedad es mas alta de lo normal debido al aire que al chocar con este cordón verde genera nubes y luego lluvias, debido a que la temperatura exterior es muy distinta a la de esta isla.
El suelo se ha formado por la acumulaciòn de algas y conchas, por lo que se ha formado una capa orgánica rica en minerales.
Este proceso que pareciera simple de explicar le ha tomado a la naturaleza miles de años, el viento muy fuerte condiciona el crecimiento de la vegetaciòn y los árboles, es por ello que el lado poniente de la isla es más escazo de vegetaciòn. El lado oriente es el más verdoso, su amplia terraza antes de su llegada al mar a sido resultado de estos miles de años donde se formó esta tierra fertil.
Esta isla es un ejemplo de como la naturaleza funciona, el bosque nativo que allí existe es único en su tipo, quizà comparable a los bosques de la patagonia, los afluentes de agua afloran por todas partes debido a que el bosque nativo es generador de agua. Los árboles capturan la bruma y acumulan humedad, de hecho, el suelo en el bosque es tan húmedo que si se prendiese fuego en el, este se apagaría. El aire, contiene mucho màs cantidad de oxigeno que en cualquier otra zona, que bueno que aún no a llegado nadie a esta isla a destruir este hermoso ecosistema, espero que el gas natural presente en el lado sur de la isla no sea motivo para aquello.


FOTOGRAFIAS DE MIGUEL PAREDES.

1 comentario:

Gonzalo Bravo dijo...

Para un sureño amante de la naturaleza es maravilloso tener la capacidad de contar que aún existen lugares no intervenidos industrialmente y alejados de todos los focos contaminantes.

Esa tierra fértil y de frondosa vegetación, como es la Isla Mocha, es un claro ejemplo de aquello. Lamentablemente todavía no conozco el lugar, pero con referencias como éstas no hay duda de que sería una aventura inolvidable. Es reconfortante saber que en medio de celulosas y plantas industriales gigantescas, siguen permaneciendo estos paraísos indómitos.

Saludos compañero, llegué por casualidad pero dejo mi comentario porque todo lo relativo a la gloriosa octava región me motiva.

GoNZALO